Nadie quiere pensar en lesionarse en un accidente, pero puede suceder en cualquier momento. Cuando se lesiona porque otra persona fue negligente, como en un accidente automovilístico, puede presentar un reclamo ante su compañía de seguros y tal vez incluso ante la suya propia.
Pero incluso si tiene un reclamo válido y se le debe dinero por facturas médicas, tiempo perdido en el trabajo o incluso dolor y sufrimiento, no hay garantía de que el seguro esté a su disposición cuando más lo necesite. Las compañías de seguros tienen su propio conjunto de reglas y pautas que deben seguir antes de pagar las reclamaciones. Si bien sus comerciales pueden presumir de su amabilidad, las compañías de seguros no siempre son justas u honestas con las personas que intentan cobrarles los pagos.
Es posible que intenten reducir la cantidad de dinero que le deben o incluso pueden negar su reclamo por completo si no encaja en alguna laguna oscura en su póliza. Esta guía legal le muestra cómo obtener la compensación que se merece después de sufrir lesiones por negligencia o descuido de otra persona. Es imprescindible para cualquier persona lesionada.